Por Margarita Suárez.- Impactante la serie de Netflix sobre la extinta Griselda Blanco, una mujer que hizo muchas cosas malas por la ambición al dinero y por su demoniaca mente criminal. Asesina desde los 12 años de edad, habilidosa narcotraficante, pionera en su forma delictiva para traficar droga utilizando inicialmente mujeres prostitutas. Operaba desde Miami.
Por Margarita Suárez.-
Impactante la serie de Netflix sobre la extinta Griselda Blanco, una mujer que hizo muchas cosas malas por la ambición al dinero y por su demoniaca mente criminal. Asesina desde los 12 años de edad, habilidosa narcotraficante, pionera en su forma delictiva para traficar droga utilizando inicialmente mujeres prostitutas. Operaba desde Miami. En esa ciudad norteamericana creó una gran red de distribución de cocaína, en las décadas de los 70 y 80. Tenía el control absoluto del imperio de coca en esa ciudad, sin pedirle permiso a nadie pues avasalló a quienes se interpusieron en su camino. Se afirma que fue la patrocinadora de Pablo Escobar en sus inicios con el narcotráfico, ya que se conocían desde muy jóvenes. Griselda era tan cruel y desalmada, que Pablo Escobar confesó que esa mujer era la única persona a la que le tuvo miedo en su vida. Conocida por el alias de “La viuda negra” o “La madrina de la cocaína”, a Griselda se le atribuye la fundación del cartel de Medellín. Cuentan que Pablo estaba en Medellín dedicado a robar carros cuando Griselda lo empoderó como narcotraficante. La serie de Netflix estrenada este año, está dirigida por Andrés Baiz y producida por Eric Newman y Sofía Vergara, quien además la protagoniza. La caracterización de Sofía como Griselda, es sorprendente. Todo está bien logrado, la nariz, los dientes, la piel, las manos, sus gestos, su voz, trabajados de manera impecable. Como actriz no tiene falla. Por algo es la gran diosa de las latinas en la actuación y la mejor pagada de todas. ¿Y qué me dicen de su facilidad para el marketing de la producción? Visitó todos los programas donde podía promocionar la serie y cada cosa que decía se convirtió en noticia. Algo que me sorprendió adicionalmente fue que la producción no se detiene a recrear sus relaciones personales y enlaces comerciales con Pablo Escobar. De todo lo que se dice sobre ellos, solo quedó la frase de Escobar con la que se abre el primer capítulo. Se logra algo bueno y es que no hay apología del delito. Por el contrario, creo que después de ver su historia en pantalla, nadie sensato, ninguna mujer, quisiera ser una Griselda Blanco, a quien el dinero no le dio felicidad ni un solo minuto de su atormentada y agitada vida. Conclusión: me gustó la serie.
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