La salud respiratoria es fundamental para el bienestar y la calidad de vida de las personas. Sin embargo, las emanaciones volcánicas pueden tener un impacto negativo y perjudicial en el sistema respiratorio de las personas que viven cerca de un volcán que emite vapor de agua, gases y ceniza. De acuerdo con Adriana Jaramillo Roa,
La salud respiratoria es fundamental para el bienestar y la calidad de vida de las personas. Sin embargo, las emanaciones volcánicas pueden tener un impacto negativo y perjudicial en el sistema respiratorio de las personas que viven cerca de un volcán que emite vapor de agua, gases y ceniza.
De acuerdo con Adriana Jaramillo Roa, directora del programa Terapia Respiratoria de Areandina seccional Pereira, “en nuestra región hemos evidenciado que el volcán Nevado del Ruiz es muy activo y, teniendo en cuenta lo anunciado por el Servicio Geológico Colombiano, este volcán genera el aumento de la actividad sísmica asociada al movimiento de fluidos, que viene registrándose principalmente desde el pasado 27 de febrero. Por otra parte, la actividad del volcán Cerro Machín se mantiene en nivel amarillo con cambios en el comportamiento del mismo, situación que nos pone en alerta y debemos protegernos”.
Las emanaciones volcánicas pueden incluir una variedad de gases, partículas y ceniza, cada uno de los cuales puede tener efectos diferentes en la salud respiratoria como el dióxido de azufre que irrita los ojos y las vías aéreas superiores como nariz, garganta y faringe, mientras que las partículas finas pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar problemas respiratorios a largo plazo, llegando a convertirse incluso en infecciones respiratorias agudas y otras complicaciones.
“Estas partículas pueden causar neumonía que, en algunos casos, puede ser mortal en personas con sistemas inmunológicos débiles o en adultos mayores. Por eso es importante tener en cuenta que la exposición continua a estas emanaciones volcánicas, puede ser muy peligrosa para personas que ya tienen problemas respiratorios preexistentes como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o aquellas que están cursando con alguna enfermedad respiratoria viral o infecciosa”, explica la directora Jaramillo.
Y añade: “Estas personas pueden experimentar síntomas más graves y una mayor dificultad para respirar, puesto que son vulnerables a cualquier exposición de olores fuertes, químicos y demás, causando problemas en su salud”.
Los síntomas de problemas respiratorios relacionados con las emanaciones volcánicas pueden incluir tos, dificultad para respirar, dolor de garganta y congestión nasal. En algunos casos, las personas pueden desarrollar enfermedades pulmonares crónicas como asma o bronquitis crónica debido a la exposición continua a las emanaciones.
¿Qué hacer en estos casos?
Para proteger la salud respiratoria durante una erupción volcánica, se deben seguir las recomendaciones de las autoridades locales y mantenerse informado sobre las condiciones del aire. “Esto puede incluir limitar la exposición al aire libre, usar tapabocas y mantener las puertas y ventanas cerradas para evitar que las emanaciones entren en la casa. De igual forma, realizar un buen aseo en muebles y cortinas con el fin de retirar las partículas que hayan ingresado y depositado en estos espacios”, afirma la experta.
De igual manera, tener un plan de emergencia en caso de una erupción volcánica, especialmente si la persona o alguien del hogar tiene problemas respiratorios preexistentes. “Esto puede incluir tener a la mano los medicamentos respiratorios que utiliza, así como tener un plan de evacuación en caso de que sea necesario abandonar el hogar”, finaliza Jaramillo.
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