Graciela Villamil Cordovez: “SOY CAFETERA DESDE QUE NACÍ”

Graciela Villamil Cordovez: “SOY CAFETERA DESDE QUE NACÍ”

Graciela Villamil Cordovez, primera mujer que representó al Huila en Congresos Nacionales Cafeteros. Por Margarita Suárez Trujillo Graciela Villamil Cordovez, recordando la historia del café en el Huila. Nació en el mismo año que se fundó la Federación Nacional de Cafeteros, en 1927. Cerca de cumplir 94 años el 21 de noviembre próximo, Graciela Villamil

Graciela Villamil Cordovez, primera mujer que representó al Huila en Congresos Nacionales Cafeteros.

Por Margarita Suárez Trujillo

Graciela Villamil Cordovez, recordando la historia del café en el Huila.

Nació en el mismo año que se fundó la Federación Nacional de Cafeteros, en 1927. Cerca de cumplir 94 años el 21 de noviembre próximo, Graciela Villamil Cordovez muestra lucidez mental, facilidad de expresión y gran amor por su familia. Sus ojos se iluminan recordando detalles de su juventud transcurrida en la Hacienda “El Cedral”, la finca familiar llamada así por su gran cantidad de árboles de cedro negro y rosado.

Memoria

Su empleada doméstica de hace 25 años, Lubi, admira a su patrona. Reconoce que tiene una excelente memoria a pesar de su avanzada edad. Comenta que cuando en la familia necesitan que algo no se olvide, “le piden a la señora Graciela que les recuerde y ella se encarga de acosar para que lo hagan”. Se caracteriza por ser muy tranquila y apegada a Dios. Atribuye su buena salud a que nunca fumó ni le gustaba el licor. Además, se alimenta con comida sana.

En su casa disfruta de un bien cuidado jardín.

Neiva

La “Negra”, como la llaman desde niña, conserva en su memoria la historia del café en el Huila. Fechas, nombres, variedades de cafetos, congresos nacionales, datos que fluyen con facilidad en la entrevista que realizamos en su casa donde ha residido el último cuarto de siglo, en un condominio del oriente de Neiva. “Voy a quitarme los arreos”, nos dice mientras deja a un lado el tapabocas y el bastón.

Su bastón

Sufrió reducción en la vista por una lesión en la mácula, que no le impide hacer vida normal. Tampoco se amilanó ni se quedó quieta después que le extrajeron un tumor benigno en el tendón de la pierna derecha, que la obliga a usar bastón. No la intervino su hermano Jorge Villamil Cordovez, quien además de famoso compositor era ortopedista y traumatólogo, pero estuvo pendiente de la cirugía para evitar que perdiera la movilidad.

En su casa de Neiva en entrevista con Margarita Suárez, directora de la revista Nueva Imagen Colombiana.

Familia cafetera

Graciela es hija de Jorge Villamil Ortega, propietario de la Hacienda “El Cedral” y su esposa Leonor Cordovez Pizarro, quien se convirtió en dueña de las tierras cuando en 1930 sobrevino la crisis cafetera que desplomó los precios del grano y produjo la quiebra de los cultivadores. Tras una figura jurídica para salvar el patrimonio familiar y poder pagar poco a poco las deudas, la hacienda pasó a manos de Leonor Cordovez.

Jorge Villamil Ortega, a los 17 años, dejó sus estudios de Derecho en la Universidad del Rosario para asilarse en Brasil, donde permaneció 10 años.

Jorge Villamil Ortega en 1920, cuando adquirió la Hacienda “El Cedral”.
María Mercedes Lafaurie Villamil con su abuelo Jorge Villamil Ortega.  
A los 74 años, ya enfermo, los hijos de Jorge Villamil Ortega lo llevaron a despedirse de “El Cedral”.

Inmensa

“El Cedral” tenía dos mil hectáreas de extensión, mil en el lado de Neiva y mil en jurisdicción de Tello, separadas por el río Fortalecillas. Había 200 sembradas en café arábigo con árboles muy grandes, donde sólo cabían mil palos por hectárea. Producía 500 cargas de café que representaban casi la producción total del departamento. Más adelante se fueron cambiando los cafetos por variedad Caturra.

Tradición

La compañía “Herrera y Uribe” explotaba Quina en “El Cedral”, pero se fueron cuando uno de sus propietarios falleció por tifoidea. Vendieron las tierras muy baratas a Pompilio Paredes, quien en 1920 las negoció con Jorge Villamil Ortega.

Federación

El 27 de junio de 1927 durante el segundo Congreso Nacional de Cafeteros realizado en Medellín, se creó la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia para promover el cultivo del grano y su exportación a mercados internacionales.

Huila

​En el Huila los cafeteros acogieron la iniciativa de Jorge Villamil Ortega y otros productores, de crear al año siguiente, el 27 de octubre de 1928, el Comité Departamental de Cafeteros, siendo Villamil el primer presidente.

Nació el compositor

Los esposos Villamil Cordovez tuvieron siete hijos: Cecilia, Rosario, Leonor, Isabel, Sofía, Graciela y Jorge, quien nació en “El Cedral” al igual que Isabel. El menor y único varón, llegó al despuntar la mañana del 6 de junio de 1929. Hubo gran jolgorio con serenata para la mamá, quien no quiso viajar 14 horas a caballo para recorrer 42 km hasta Neiva para el alumbramiento, como había ocurrido con el resto de sus hijos.

Familia Villamil Cordovez: De izquierda a derecha Rosario Villamil, Gentil Trujillo, Leonor Villamil y Eduardo Cabrera, Cecilia Villamil y Amadeo Anzola. Sentados en el mismo orden: Graciela Villamil, Isabel Villamil, Leonor Cordovez, Jorge Villamil Ortega, Sofía Villamil y Jorge Villamil Codovez. Adelante Betty Anzola Villamil, primera nieta.

La casa

De la casa de “El Cedral” solo queda su jardín y la vivienda de los trabajadores. Era una construcción hecha en madera de cedro, con once habitaciones y amplios corredores. “Mamá tenía todas las columnas adornadas con matas de novios de todos los colores, en la finca había lindos jardines”. 

Todavía hay café

De sus seis hermanos, todos ya fallecidos, Graciela es la única que conservó una parte de la Hacienda “El Cedral” donde aún tiene cultivos de café. “Las tierras ya se las entregué a mis hijos”. Sus hermanos vendieron su parte, tras la muerte del padre en 1958, a la edad de 74 años. Estando muy enfermo, sus hijos lo llevaron a despedirse de “El Cedral”. “Le dio un enfisema violento porque fumó mucho”, dice Graciela.

Elegante

Cuenta Graciela que su padre fue deportado al Brasil cuando tenía 17 años, por meterse en política. Le tocó abandonar sus estudios de Derecho en la Universidad del Rosario. En el exterior duró diez años. Era un hombre elegante, cuando estaba en Neiva vestía de lino, con saco y corbata. Se ponía las gafas para verificar que su ropa estuviera bien planchada, sin arrugas. Leonor confesó en alguna ocasión que se enamoró de su elegancia.

El artista plástico Tony Arbeláez, elaboró esta maqueta que se exhibe en el Museo Villamil. La construcción en madera tenía once habitaciones.

En la Junta

Cuando falleció Jorge Villamil Ortega, su hija Graciela fue llamada a vincularse a la institucionalidad del gremio. “Yo me crie de la mano de papá viendo café, oliendo café y tomando café”, afirma. Eso lo sabía Roberto “El Macho” Durán Alvira, quien desde 1931 era presidente del Comité Departamental de Cafeteros. Por eso la llamó a formar parte del Comité como miembro principal de la Junta.

Rigoberto Ciceri, director del Comité de Cafeteros del Huila durante 15 años, llevó la palabra durante la exaltación del gremio a la dirigente.
Floro Azuero, le impuso la condecoración al mérito cafetero.

Su sobrina Betty Anzola Villamil la acompañó en la ceremonia de condecoración.

 

Junto a las condecoraciones concedidas por el gremio cafetero.

Primera mujer

Fue la primera mujer a nivel nacional en ese escenario dirigido por hombres. “Eran como 80 señores, con presidentes y ministros a bordo, y yo la única mujer. Estaba muy joven, todavía no me había casado. A veces sentía deseos de meterme debajo de la mesa”, recuerda. Estudió hasta 4º bachillerato en Las Terciarias Dominicas en Bogotá. Creció entre cafetales de la mano de su padre que apreciaba el gran interés de su hija por el cultivo. “Soy cafetera desde que nací”, afirma con orgullo

En una entrevista como primera mujer representante de los cafeteros.

A un ladito

Estuvo vinculada a la institucionalidad cafetera desde 1958 hasta 1995 cuando decidió retirarse porque “ya estaba muy vejanca y llega el momento en que uno tiene que hacerse a un ladito, dice. Cuando Graciela ingresó al Comité, el Huila ocupaba el décimo lugar en producción entre los departamentos cafeteros. Hoy somos primeros productores de café en Colombia participando con el 18% de la producción nacional con 148 mil hectáreas sembradas.

Congreso nacional cafetero de octubre de 1961, ya con presencia de otras damas del sector.

Precio

En 35 de los 37 municipios del Huila se cultiva café, siendo el primer productor a nivel nacional tanto de café estándar como de cafés especiales y también primer exportador del grano. El sector está viviendo uno de sus mejores momentos por cuenta del precio. Nunca en la historia, una carga de café se había cotizado en $1.800.000 pesos como está pasando. Antes, lo máximo que se había logrado eran $800.000 pesos por esa misma cantidad.

En Cartagena en la inauguración del barco “Ciudad de Neiva”. Graciela es la penúltima de la foto.

Calidad

Graciela considera que el éxito obedece a que nuestros productores persistieron. “Los Grupos de Amistad patrocinaban a los pequeños cultivadores, se logró sacar un café de calidad, con abono orgánico, con familias dedicadas de lleno al cultivo, que se fortalecieron con la asociatividad, las cooperativas y el apoyo institucional”, dice. “Tenemos tierras privilegiadas, con dos cordilleras óptimas para café”. La casa de “El Cedral”, que fue derrumbada, estaba a 1.460 metros de altura, pero de ahí para arriba las lomas son una especie de pared, todas sembradas en café.

Matrimonio

En 1962 se casó con Fabio Corredor García, ganadero, quien murió de cáncer. Le quedaron seis hijos, la mayor de 14 años y la menor de 4. Son: Gloria Isabel, Carlos Alberto, María Elena, Fabio Augusto, Liliana y Luz Ángela. “Dios y el pedazo de tierra que conservo en El Cedral, me permitieron salir adelante”. Nunca consideró la posibilidad de volver a casarse. “¿Con seis hijos quién se va a arrimar?”, pregunta con la chispa que la caracteriza.

Fiesta

Los casó el sacerdote de Vegalarga, la fiesta de matrimonio se realizó en “El Cedral”. Su hermano Jorge Villamil Cordovez, llamado “El Compositor de las Américas”, la sorprendió regalándole la canción “Noche de Azahares”, que escribió en su honor e interpretaron en vivo “Los Tolimenses” la víspera del matrimonio.

Noche de Azahares

Se emociona recordando y tararea la frase que más le gusta: “… De hermosa capa de armiño se van cubriendo mis cafetales, perfumando para ti, los naranjuelos y los rosales. Mañana toda de blanco coronada de azahares, cuando salgas de la iglesia llena de felicidades. Brillará más bello el sol, más alegre la mañana, y las aves cantarán sus más hermosas canciones…”

Hasta pronto

Nos despedimos con el sabor de haber disfrutado una deliciosa velada en la tranquilidad de su hogar, junto a una mujer sonriente, conversadora, amable, enamorada del café y de su familia.  Departimos una exquisita naranjada elaborada con frutos traídos de la Hacienda de “El Cedral”, su tierra amada.

Fabio Corredor y Graciela se casaron en “El Cedral”.

Con Aurita Barriga, una de sus amigas que asistió a la boda.

Las hermanas María Elena y Beatriz Cuéllar Lara, los acompañaron en la boda.

Firmando el acta de matrimonio.

Familia Corredor Villamil: Luz Ángela, Liliana, Carlos, Graciela (madre), Fabio, María Elena y Gloria Isabel.
Su hermano Jorge le dio de regalo de boda, la composición “Noche de Azahares”. Llevó a “Los Tolimenses” para que la interpretaran.
  
Con su hermano Jorge Villamil, en el último viaje del compositor a Neiva, ya muy enfermo.
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