No es muy tranquilo viajar en estas condiciones. Por Margarita Suárez Trujillo.- El tobogán de precios de pasajes aéreos, sumado al miedo de contagio por volar en el espacio cerrado de una cabina, así como la incertidumbre por las cifras del Covid-19 y por las cambiantes reglas de prevención en los aeropuertos, han impedido que
No es muy tranquilo viajar en estas condiciones.
Por Margarita Suárez Trujillo.-
El tobogán de precios de pasajes aéreos, sumado al miedo de contagio por volar en el espacio cerrado de una cabina, así como la incertidumbre por las cifras del Covid-19 y por las cambiantes reglas de prevención en los aeropuertos, han impedido que personas con recursos puedan planear sus viajes de fin de año.
En el laberinto creado por el coronavirus, los pasajeros se enfrentan a reglas en constante cambio. Aeropuertos e incluso las aerolíneas imponen sus propias restricciones (pruebas, medidas y protocolos). Los países deciden quién puede cruzar las fronteras. Hay volatilidad en los precios.
Es difícil viajar con miedo al contagio.
Hace dos semanas un pasaje ida y regreso a Charlotte, Carolina del Norte, para diciembre, costaba en clase económica $1.500.000 por persona, en United Airlines. Pocos días después la misma aerolínea había bajado a $1.300.000. He seguido mirando a diario y cada día sube y sube, hoy su precio está en $2.800.000.
La gente teme a la contaminación por virus Covid 19 en razón a que todos los viajeros comparten el aire en cabina. El miedo a volar durante la pandemia ha reducido drásticamente el tráfico aéreo mundial, que también se ha restringido debido al cierre de fronteras.
Según afirmaciones científicas, el mayor riesgo percibido de abordar un avión podría ser infundado, las posibilidades de contagiarse de Covid-19 mientras se está a bordo son relativamente escasas. Una explicación para el nivel de riesgo aparentemente bajo es que el aire en las cabinas de los aviones modernos se reemplaza con aire fresco cada dos o tres minutos, y la mayoría de los aviones están equipados con filtros para bloquear y capturar 99,97% de las partículas atmosféricas.
Según Tony Julian, experto en purificación de aire del RGF Environmental Group, la eficiencia de los filtros aumenta con partículas aún más pequeñas. Estos retiran las gotículas que transportan el virus. Liam Bates, cofundador de Kaiterra, dice que el avión es prácticamente una sala estéril, porque hay mucha ventilación y pocas fuentes de generación de partículas.
Pero ¡ojo! además de filtros de calidad, las cabinas necesitan buenos pasajeros. Esto quiere decir que todos los que vayan a bordo deben llevar mascarilla. No hay duda que viajar se volvió una odisea.
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