Inés García de Durán entró a la historia del Huila por su aporte cultural al Festival del Bambuco con la creación de la coreografía del baile del Sanjuanero, danza cuyos ocho pasos fueron de su autoría. Inés García de Durán. En su homenaje, el exalcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez
Inés García de Durán entró a la historia del Huila por su aporte cultural al Festival del Bambuco con la creación de la coreografía del baile del Sanjuanero, danza cuyos ocho pasos fueron de su autoría.
Inés García de Durán.
En su homenaje, el exalcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez Trujillo, gestó la avenida Inés García de Durán en la capital del Huila, que fue inaugurada por su sucesor, sin darle ningún crédito a quien concibió la idea, consiguió los recursos y contrató la obra que quedó totalmente financiada al entregar su mandato.
Esta es la muy folclórica y cultural Avenida Inés de Durán en el sur de Neiva.
Se trata de ocho imponentes esculturas que representan los ocho pasos del Sanuajero Huilense, ubicadas en el sur de la ciudad de Neiva, organizadas en un tramo de dos kilómetros, cada una le precede su título y descripción de la figura.
Según opinión de conocedores, no existe en Colombia antecedente alguno de obra cultural de estas características que refleje los sentimientos festivos de cultura alguna.
El exalcalde Pedro Suárez y el maestro Fernando Núñez, autor de la obra, durante la entrega de las esculturas.
La folclorista Inés de Durán nació en Neiva el 26 de junio de 1928 y falleció el 7 de julio de 2011. Su madre Susana Salas y su padre Joaquín García, la llevaron desde los cinco años de edad a vivir a Baraya, a su finca cafetera. Cuando regresaron a Neiva, inició sus estudios en el Colegio La Presentación. Su padre era en ese momento Secretario de Gobierno y posteriormente fue Gobernador del Huila.
Acompañada de Miguel Barreto, otro ícono de las fiestas del bambuco.
Cuando su padre es elegido Representante a la Cámara, la familia se traslada a Bogotá, con sus ocho hijos: Álvaro, Ramiro, Amparo, Consuelo, Inés, Leonor, Jimeno y Rosario. Allí, Inés ingresa al colegio de la señora Sinforosa Cuenca de Leal, luego pasa al calustro Alis Block, en la avenida Chile. En este colegio se inició en la danza.
Aprendió danza clásica con la profesora Gabriela Samper García. Posteriormente fue su maestra Magda Brunner, integrante del ballet vienés. Con sólo nueves años de edad mostró su talento y tuvo la oportunidad de alternar con Sonia Ososrio. También recibió clases con Erika Kein, excelente bailarina.
Grupo de danzas de Inés García de Durán.
Continuó sus estudios en el colegio Santa Clara, de propiedad de monjas suizas y el bachillerato lo cursó interna el El Alvernia, de la misma comunidad religiosa, debido a que su papá había regresado al Huila por asuntos de trabajo.
Su hermano Ramiro le enseñó a bailar pasillos y vals. En las veladas de las fiestas patronales de Neiva, en el mes de diciembre, Inés cantaba e interpretaba piezas de ballet, acompañada en el piano por Alberto Rosero.
En estas fiestas patronales, cuando coronaron reina a Nora Duque Gómez, fue la primera vez que vio bailar el sanjuanero huilense, interpretado por una sobrina de Anselmo Durán Plazas, compositor de esta pieza musical.
Las danzas en una presentación en Bogotá.
Laboró como secretaria de la oficina de control de precios de la gobernación del Huila y ocupó el mismo cargo en el Banco de Bogotá. Fue profesora de gimnasia en el Colegio ITRE.
El 22 de julio de 1950 en la igesia colonial de Neiva contrajo matrimonio con Ernesto Durán Cordovez, agricultor y ganadero, con quien se residenció en la finca La Cabaña, en la vía a Vegalarga. Allí nacieron sus tres hijos: María Fernanda, Jimeno y Pilar.
Por causa de la violencia se trasladaron a Neiva, donde adquirieron la emisora Radio Neiva. En esta emisora realizaba “La Hora de la música para descansar”, donde hablaba sobre la vida y actividades de los compositores. En otros programas exponía sus apreciaciones políticas, realizaba reportajes y leía articúlos sobre la mujer.
Tarjeta de invitación al homenaje que se le rinció tres meses antes de fallecer.
Incursionó en la política como miembro activo del partido liberal, al lado de Guillermo Plazas Alcid, Rodrigo Lara Bonilla, Diego Omar Muñoz Piedrahita y Jaime Ucrós García. Fue concejal de Villavieja y de Neiva.
En la casa de sus suegros montó su primera academia de ballet en 1953, en Neiva. Tuvo gran éxito gracias a la formación y trayectoria que tenía como bailarina de ballet. Cerró la academia para aceptar el cargo de profesora de danzas en el Conservatorio departamental.
Con Tony Arbeláez y Sonia Cerquera primeros intérpretes del Sanjuanero con los pasos creados por Inés de Durán.
Con el grupo artístico realizaban presentaciones en diversos eventos en Neiva. En el año 1962 se vincula al festival folclórico, en esa época las fiestas de San Pedro eran muy sencillas.
Cuando Jorge Villamil Cordovez fue director del festival, la invitó a las rondas sanpedrinas, en las cuales aprendió del folclor huilense, observando las comparsas de los barrios de Neiva, que interpretaban danzas tales como bambuco, guabina, rumba criolla y pasillo.
Con Guillermo Plazas Alcid en la época que hacía política y asistió a un evento a pesar de estar enyesada.
Creó su primer grupo de danzas folclóricas bajo su dirección y estructurada la agrupación se inició un intenso trabajo. Los montajes coreográficos fueron retomando las expresiones locales, con los pasos y figuras que ejecutaban los bailarines de los barrios y veredas. Adicionalmente creó coreografías sobre la base de los temas musicales compuestos por Jorge Villamil.
Se presentaron en Bogotá, en la televisión nacional y en la famosa Media Torta, para promocionar las fiestas sanpedrinas. También actuaron en varios municipios de Colombia y en los Estados Unidos. En Mosquera, el grupo tuvo la oportunidad de bailar ante el Santo Papa Pablo VI.
En su trabajo político.
El grupo de danzas funcionó desde 1962 hasta 1971. Por su labor, Inés García de Durán, recibió el Guaytipán de Oro, el Tambor de Oro, la Orquidea de Plata, la medalla al mérito folclórico del Club Rotario, la placa al mérito cultural de los patrulleros cívicos, la Vorágine y el premio a la Huilensidad.
Con su nieta Mónica Charry Durán.
Su vida fue un ejemplo de rectitud, buenas costumbres, dedicación y amor a su gente, a la cultura, al folclor y al arte de la danza.
En vida y cuando falleció, recibió muchos honores por su labor folclórica.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *